Sitios en los que merece la pena comprar
Llega el tiempo de la vendimia, el tiempo de las fiestas en los pueblos, tiempos en los que ya refresca por la mañana y que coraje da justo cuando nos acabamos de arropar y suena el despertador avisándonos de que ha llegado ya la hora. Tiempo en el que acaban las vacaciones para casi todos, la vuelta al cole ya llama a nuestra puerta y todos nos empezamos a poner nerviosos, es tiempo de preparativos y de organizar seguramente los armarios, tiempo en el que la ropa de verano irá pasando a un segundo plano y luciremos mucho más las chaquetillas y los zapatos cerrados, poco a poco iremos cambiando el armario hasta que ya por fin la ropa de invierno sea la verdadera protagonista. Y a pesar que hay muchas personas que adoran el verano otras muchas aman el invierno, les gusta que anochezca pronto, que llueva y el agua de contra el cristal de su dormitorio, mientras arropados y con una luz tenue se leen ese último libro tan bueno de misterio, esas noches de, manta, película y chocolate calentito, el calor del hogar ya sin tantas salidas y la satisfacción de ayudar a los niños mientras hacen los deberes.
Pero claro antes de todo esto hay que organizarse y desde luego no es tan fácil como parece, seguro que más de uno que está leyendo las primeras líneas de este post se ha visualizado ya sintiendo un gran placer solo de pensarlo. El problema es que la realidad es mucho más diferente igual yo he expuesto lo que de verdad a todos nos gustaría y sin embargo no es, porque la realidad es otra muy diferente. Ahora es cuando viene el tiempo del estrés, de las prisas, de las clases extraescolares, tiempo de niño date prisa que no llegamos, tiempo de llegar a casa a las nueve de la noche siendo de noche por todo el mundo, tiempo de bañarse rápidamente y cenar porque se pasa la hora de acostarse, tiempo en el que debemos acudir a selfpaper si queremos tener a mano todo el material necesario para nuestros hijos. Y ya si eso quizás venga el tiempo en el que de verdad una noche podamos acostarnos mientras llueve y hacer realidad de verdad el poder leer un libro mientras fuera está lloviendo, o quizás en ese momento el cansancio se apodere de nosotros y en las primeras líneas nos tengamos que imaginar el resto.